En la sesión del
Jueves 9 de Abril pudimos contar con Montserrat
Gómez de Terreros Guardiola,
que nos estuvo hablando sobre la hospitalización infantil.
Ir a un hospital
supone un hecho estresante para muchas personas, cuando a ésto se le
suma una hospitalización, encontramos que a casi todos nos supondría
un estrés por la simple ruptura con nuestra vida cotidiana.
En el caso de los
niños, al contar con menos herramientas para hacer frente a una
hospitalización, éste proceso puede llegar a ser mucho más
estresante que en los adultos. Llegando a ver la hospitalización
como una separación forzosa, lo que les generará un gran estrés.
La historia de la
hospitalización infantil tiene corta vida, no más de 200 años, en
los que se ha avanzado mucho para que los niños se encuentre en las
mejores condiciones y para que el paso por este proceso sea lo menos
estresante posible. Para
ello se han de reducir al mínimo los factores que producen estrés
en un entorno hospitalario,
y se han de conocer las
variables que tienen influencia en la adaptación del niño al
hospital, así como
las reacciones comunes al estrés que suelen experimentar.
Los padres son
fundamentales a la hora de interpretar el niño su estancia en el
hospital, pues muchas veces los niños expresan con su comportamiento
como se sienten sus padres. Para los padres, la hospitalización de
un hijo también se trata de una experiencia estresante. Por ello es
importante el trabajo con ellos, es importante ayudarles a obtener
herramientas para afrontar la experiencia, y recursos para hacer lo
menos estresante esta experiencia. Los padres, muchas veces,
necesitan orientación y preparación sobre qué hay que hacer antes,
durante y después de la hospitalización. Por ello es importante
darles información, pero sobre todo, fomentar la comunicación con
los profesionales sanitarios.
Existen muchas
iniciativas orientadas a mejorar la estancia de los niños y padres
en los hospitales. Durante la clase fuimos conscientes de la cantidad
de pequeñas cosas que se pueden hacer para mejorar la
hospitalización infantil, y vimos como se puede intervenir desde
muchas perspectivas diferentes (en las infraestructuras, en los
procedimientos, en las relaciones
pacientes-familiares-profesionales....), siendo lo importante
conseguir reducir el estrés que se genera en estas situaciones. Para
ello, para saber si se está yendo por el camino adecuado cuando se
interviene, es importante no dejar de lado la evaluación, tanto
antes de la intervención como después.
Los psicólogos,
como profesionales sanitarios podemos aportar mucho en el ámbito de
la hospitalización infantil, desde el diseño y aplicación de
técnicas psicológicas, orientación y preparación familiar,
pasando por la coordinación de los equipos de trabajo, la atención
al burnout del personal sanitario, hasta la realización de
auditorías emocionales que permitan observar aquellas “deficiencias”
que se han de mejorar, en distintos niveles, para que tanto las
personas que trabajan en el hospital como los pacientes y familiares
tengan una mejor estancia.
Como
última reflexión y como resumen de la clase, diría que se ha
avanzado mucho en la humanización de la hospitalización infantil, y
que aún queda por avanzar, siempre con el objetivo en mente de
mejorar la estancia de los niños y sus padres, así como facilitar
la labor del personal sanitario.
Por
último dejo la foto del grupo y un video que vimos durante la clase,
y que espero haga reflexionar.
Precioso Video
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con la reflexión que realizas al final, sin duda alguna los niños necesitan un espacio donde sentirse seguros, pequeños detalles como que las paredes estén pintadas con decoración infantil, contar con peluches y juegos destinados a ellos, e incluso la propia vestimenta de los profesionales de este área del hospital, marcan una importante diferencia para los niños y sus propios padres.
ResponderEliminarEl vídeo me encantó.